30 de noviembre de 2008

FRED VARGAS: MÁS ALLÁ A LA DERECHA / IAN RANKIN: NOMBRAR A LOS MUERTOS

Tras la reciente publicación de las novelas El Chino de Henning Mankell y de la segunda entrega de la serie Millennium de Stieg Larsson, he leído varios entusiastas artículos que coinciden en subrayar el auge de la novela negra europea. Dejaremos para otro rato la definición del concepto novela negra, que comienza a ser un saco sin fondo.
Quizá la euforia actual se deba más que nada a la campaña de promoción de estos dos autores suecos, porque, sin contar con el marketing editorial y con las listas de ventas, desde hace años la novela negra o de intriga policíaca en Europa cuenta con importantes autores.
Así que, para recordar que no toda la novela policíaca viene de Suecia, os recomiendo un par de obras de novelistas que hasta ahora no habían aparecido en este blog.

Fred Vargas (seudónimo de Frédérique Audoin) es una autora francesa que vende también miles de ejemplares y que dice no escribir novela negra, sino novela de enigmas. Fred Vargas afirma divertirse mucho escribiendo, algo que se aprecia durante la lectura de Más allá a la derecha. Se trata de una parodia ingeniosa de la novela policíaca en la línea Simenon, que pone en el punto de mirar a esa burguesía provinciana francesa que tan bien retrata Chabrol. Personajes disparatados comandados por el ex policía Kehlweiler, momentos auténticamente ingeniosos y una, a ratos, brillante narración. El desenlace previsible, lo más flojo.
Nombrar a los muertos de Ian Rankin, consagrado escritor escocés ya clásico en el género, es una novela protagonizada una vez más por el destartalado inspector John Rebus. La intriga se sitúa en el momento histórico de la Reunión del G8 de 2005 en Edimburgo que provocó importantes manifestaciones de protesta y numerosos disturbios. En este contexto Rebus y la sargento Siobhan Clarke investigan dos casos sin aparente relación. En mi opinión no es la mejor novela de Rankin. Nada que ver con, se me ocurre, Black and Blue, una de sus más sólidas narraciones.
Lo más interesante de Nombrar a los muertos son sus múltiples referencias musicales. Rankin, que según su biografía hizo sus pinitos punkies, llama al político asesinado Ben Webster, o nos recuerda que Steely Dan tomó su nombre de un consolador que aparece en una novela de William Burroughs, o que la sintonía de CSI Las Vegas es Won't Get Fooled Again de The Who.

5 de noviembre de 2008

MICHAEL CONNELLY: EL OBSERVATORIO


Después de aclararse el desastre policial de Echo Park y de pasar unos meses apartado del trabajo, Harry Bosch pasa a la unidad Especial de Homicidios; tiene nuevo jefe, Larry Gandle; y nuevo compañero, Iggy Ferras. A medianoche, mientras escucha un disco de Frank Morgan en la oscuridad, recibe una llamada de su superior para que se haga cargo del primer caso en su nuevo destino. El Doctor Stanley Kent ha sido hallado muerto en el mirador sobre el pantano de Mulholland.
Cuando el detective llega al lugar, encuentra a dos personas conocidas: Jerry Edgar, su compañero durante mucho tiempo en Homicidios de Hollywood, y Rachel Walling, agente del FBI, colaboradora suya en anteriores investigaciones y antigua amante. Pronto Harry Bosch se irrita porque Rachell tiene más información que él sobre el caso. El Doctor Kent era especialista en medicina nuclear y hay sospechas de que ha sido robado material radiactivo.
En efecto, las primeras averiguaciones confirman que treinta y dos cápsulas de cesio han desaparecido de un hospital y todo apunta al terrorismo islamista. El FBI intenta apoderarse de la investigación, pero Bosch nunca se ha dejado apartar de uno de sus casos.
En el terreno personal, Harry tiene ya cincuenta y seis años, necesita gafas para leer, pero se mantiene delgado y en forma. Como siempre, sigue afrontando de manera temeraria el peligro. En este caso, radiactivo.
El observatorio (The overlook, 2007) fue inicialmente publicada por entregas en el New York Times Sunday Magazine, y posteriormente adaptada para su publicación en forma de libro. Quizá ello explique no sólo su estructura, sino también las múltiples referencias a un tema sensible y de actualidad: el terrorismo islámico, el 11-S, Al-Qaeda...

 Licencia Creative Commons