Los prisioneros del cielo (Heaven's Prisoners, 1988) es
la segunda novela de James Lee Burke perteneciente a la serie protagonizada por
Dave Robicheaux.
James Lee Burke nos vuelve a
sumergir en el espacio en el que se ha desarrollado buena parte de su propia biografía:
el sur de Luisiana. Bayous, canales,
arenas movedizas, nubes de mosquitos, aligátores, campos de caña de azúcar, lluvia,
vudú, gastronomía cajún, música zydeco... definen el escenario en el que se mueve
el exteniente de Homicidios de la Policía de Nueva Orleans.
Después de lo ocurrido en La lluvia de neón y tras catorce años de
servicio, Robicheaux ha abandonado el trabajo policial. Ahora es propietario de
un negocio de cebos y alquiler de barcos en el bayou al sur de Nueva Iberia. Además, se ha casado y dejado el
alcohol.
Una mañana, cuando se encuentra
pescando langostinos en compañía de su mujer, ve caer una avioneta accidentada
al agua. A pesar de sus esfuerzos, solo consigue rescatar con vida a una niña
de origen hispano a la que ocultan. La investigación policial pone de relieve que
los fallecidos tenían relación con el transporte de ilegales y de narcóticos. Robicheaux,
por su naturaleza, no puede permanecer indiferente ante lo sucedido y su plácida
existencia es devorada por un torbellino de violencia y de oscuridad.
Dos rasgos, habituales en su
autor, cabe destacar en Los prisioneros del cielo: el lirismo atormentado de la narración en primera persona y el
minucioso estilo descriptivo.
James Lee Burke: Los prisioneros del cielo, RBA, Serie
Negra, 2013.
Las claves negras:
- Protagonista adicto en lucha con sus demonios.
- Venganza.
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